El negocio tras la muerte
Morirse en España cuesta 3.700 euros de media
El sector funerario recauda en un año más de 1.500 millones de euros

¿Cuánto cuesta morirse en España? El coste medio de este trance se sitúa en 3.700 €, según Eduard Vidal, el consejero delegado y director general del grupo funerario Mémora, empresa con mayor cuota de mercado de servicios funerarios en España. El coste varía en función de localidades, ciudades y comunidades autónomas.
España se caracteriza por contar con una gran tradición funeraria. La cultura y el porvenir histórico han potenciado un negocio que no entiende de épocas.
Actividades como la gestión y certificación de defunción, servicios que van desde la preparación, traslado, utilización y contextualización del tanatorio, cremación o entierro, basan su financiación empresarial en el final de la vida.

El sector funerario facturó en 2013 unos 1.444 millones de euros por las 390.419 defunciones que hubo en España ese año.
Según recoge El Economista y refleja la infografía, en España, las ciudades más caras en las que realizar un entierro son Barcelona (6.441 euros) y Tarragona (5.323 euros). En la cara opuesta se encuentran Cuenca, Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas de Gran Canaria, rondando los 2000 euros. “El coste mínimo de un funeral básico no baja de los 900 euros, aunque el gasto medio de un español se sitúa en los 3.700 euros”, afirma.
En una entrevista reciente para ABC reconocía que la incineración supone una bajada cercana al 50% y supone ya un 35% de las opciones de los españoles y más del doble para comunidades como Madrid.
El 65% de los españoles aún optan por el entierro, según Mémora

Mémora es la empresa más importante en el sector, por ello ocupa un lugar importante en la toma de decisiones dentro de la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (PANASEF).
PANASEF cuenta con más de 200 empresas asociadas. Es la mayor asociación empresarial de servicios funerarios a nivel nacional. Cuenta también con cursos de formación, organiza congresos y eventos en los que se reúnen para analizar las cifras del sector, presentar novedades y expandir la marca, según cuenta Revista Funeraria, portal web del sector.
‘Funermostra: La gran cita funeraria española’ es el nombre que recibe esta feria anual que se celebra en diferentes ciudades españolas. En la última feria, celebrada en Bilbao, Juan Vicente Sánchez-Araña, portavoz de la asociación funeraria, reprochó la subida (del 8% al 21%) del IVA. Un incremento que encarece unos 300 euros de media el servicio y que convierte a España en el país con el IVA más alto de Europa.
Homólogo al español, se encuentra ‘Funexpo: Salón internacional de las artes técnicas y equipamientos funerarios’, que se celebra en Lyon. Allí se muestran los últimos adelantos de la industria funeraria a lo largo de tres jornadas. Algunas de las novedades son los ataúdes temáticos y las urnas ecológicas. El elemento más innovador, según destaca su página web, es la “video-pantalla que durante el velatorio, transmitirán diapositivas, videos caseros y todas esas imágenes que el difunto deja tras de sí para que su recuerdo no se extinga por completo”.

Visionado de vídeo del difunto. Fuente: Funexpo.
Y es aquí donde la muerte se comercializa en mayor medida. Serveis Funararis Mallorca es un ejemplo de la innovación del negocio. Fue la primera funeraria en España en llevar a cabo la implantación de la tecnología en el servicio post mortem, añadiendo a la convencional lápida la posibilidad de grabar un código QR que permitiera mediante el móvil acceder a vídeos, fotografías y demás recuerdos del difunto. Ver el último adiós de familiares y amigos en una especie de santuario on-line.
“Las claves de futuro en España pasan por cambiar hacia alianzas con diseñadores de prestigio, esquelas on-line y tendencias y modas adaptadas al usuario. Es el caso de los ataúdes dotados de hilo musical, wi-fi y altavoces para que se puedan escuchar las canciones favoritas desde la tumba”, afirma Eduard Vidal.
Bayron López, tanatopractor de 20 años, nos habla desde su punto de vista sobre las decisiones de los españoles a la hora de despedir a un ser querido. “En la mayoría de fallecimientos y más en personas mayores son más clásicos y tradicionales y son más de entierro. A no ser que el fallecido haya pedido expresamente que se le incinere, se le suele enterrar".
Ya puedes acceder a la segunda entrega del reportaje.
Actualizado el 10 de mayo de 2015
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